Técnica utilizada para la colocación de concreto mediante su proyección neumática a alta presión sobre una superficie para conformar elementos estructurales o no estructurales. A diferencia de las técnicas convencionales de colocación de concreto, en las cuales primero se vacía y luego se compacta vibrándolo, el concreto lanzado permite su colocación y compactación de manera simultánea debido a la fuerza con que se proyecta desde la boquilla, evitando así el uso de cimbra

Se utiliza principalmente para la conformación de muros de contención, revestimiento de taludes, control de erosión, protección contra caídos y en el reforzamiento de estructuras de obra civil. Esta técnica es común en la construcción de muros de sótanos, cimentaciones, cisternas, albercas y canales, entre otros.